Tareas semanales, exámenes, parciales, trabajos finales… todo se acumula cada día, haciendo que el año de tu vida universitaria parezca más difícil que el anterior. Pero no tiene que ser así. Hay diferentes maneras de organizarte y comenzar a completarlas. Ya sea que prefieras poner todas tus notas e ideas en papel o que escojas dedicarte por completo a la tecnología, conoce las formas de organizar mejor tus trabajos como estudiante:

Carpetas y planificadores de asignaciones

Quizás el método más accesible para organizar las tareas es crear una carpeta para guardar todos tus papeles, recordatorios y materiales auxiliares. Creas una para cada clase o una separada solo para tus tareas. Alternativamente, puedes armar una agenda semestral actualizada con tus trabajos y sus fechas de vencimiento, para que puedas consultarla semanalmente y observar qué debes preparar a continuación, o si está al día con todo.

Tableros Kanban digitales

Si prefieres tener una herramienta que le recuerde cuándo vencen sus tareas, prueba los tableros Kanban digitales. Este es un método práctico que te permite realizar un seguimiento de todas tus tareas y trabajos universitarios a través de 3 etapas simples: Por hacer, En progreso y Entregado. Recibirás notificaciones o alertas por correo electrónico cada vez que se acerque la fecha límite de una tarea.

Considera una solución de almacenamiento de archivos basada en la nube

Si siempre estás apurado yendo de una clase a otra, probablemente no querrás llevar contigo todos tus archivos, carpetas y notas. Las opciones de almacenamiento en línea como Dropbox o Google Drive te ayudan a almacenar todo esto en un solo lugar. Es la mejor manera de acceder a ellos durante la clase.

Las clásicas carpetas de escritorio

Para aquellos que siempre llevan un computador portátil a clases, es posible que deseen seguir organizando todos sus archivos en el escritorio de la laptop. Este es un método accesible y gratuito que también le permitirá comenzar con una tarea sin tener que descargar ningún archivo externo. Para asegurarte de no perder una fecha límite, simplemente, combínalo con una herramienta de administración de proyectos o tu aplicación de calendario para enviarte recordatorios regulares a tiempo.