5 maneras para combatir el bloqueo creativo

Contrario a la opinión generalizada de que la creatividad solo se asocia con profesiones o actividades en los campos de las artes visuales y escénicas, la verdad es mucho más que eso. Es un enfoque del trabajo y la vida que se comparte entre las industrias.

 

Los bloqueos creativos son, por tanto, un tema muy extendido que puede afectar a cualquier profesional en cualquier momento de su carrera. Sentirse atascado conduce a la frustración y la falta de energía. Esto puede crear un círculo vicioso en el que a veces puede ser difícil salir.

 

Para que no pierdas los estribos en situaciones como esta, a continuación, te presentamos algunos consejos muy efectivos que te ayudarán a recuperar tu creatividad.

 

La decisión certera

 

Hay una razón detrás de cada bloqueo. Identificar esto es el primer paso para superarlo. Acá puedes ver los 7 tipos de bloqueos creativos que el entrenador de creatividad, Mark McGuinness, simplifica en 6 tipos. Veamos:

 

1- Bloqueos mentales: los cuales surgen cuando estás atrapado dentro de tu propio pensamiento.
2- Hábitos laborales: tal vez tienes organizado tu trabajo de una manera que no funciona y esto pueden ser contraproducente.
3- Problemas personales: es posible que estés con algunos altibajos en tu vida que deben resolverse antes de volver a encarrilarte en lo que estás haciendo.
4- La pobreza mental: esto sucede y se manifiesta por la falta de conocimiento o tiempo. Trata de estar actualizado y si es posible capacitarte mejor con un pregrado o un posgrado.
5- Problemas de comunicación: estar en contacto con tu equipo es importante, este problema debe abordarse y resolverse lo más pronto posible.
6- Barreras emocionales: estas surgen de la resistencia a cosas incómodas y finalmente terminan en dilación.

 

Por supuesto, estas son solo algunas de las causas más comunes y relevantes. Es posible que hayas visto otras completamente diferentes, o incluso una combinación de estas. El hecho es que te tomes el tiempo para identificar la causa de tu bloqueo para que puedas comenzar a resolverlo. De esa manera, tendrás la mente despejada y lista para que tus ideas se plasmen.

Detente a pensar

Las ideas brillantes parece que surgieran de la nada, pero en realidad son el trabajo de nuestro cerebro que crea conexiones entre sus diferentes regiones, sin que nos demos cuenta.

 

A veces, estos destellos de inspiración en realidad se producen en los lugares y situaciones más inverosímiles, cuando la mente está relajada y libre de estrés.

 

Paradójicamente, nuestros cerebros son más propensos a un impulso en la creatividad cuando experimentan poco esfuerzo mental. El mejor consejo es que tengas a mano una libreta de apuntes para que no se pierdan esas ideas.

 

Encuentra tu propia verdad

 

¿Estás seguro de que lo que haces o vas estudiar te motiva y te llena de expectativas? La pasión por lo que haces marca una gran diferencia.

 

Para identificar si es lo que de verdad te gusta, debes hacerte estas preguntas:

 

¿Haces lo que te hace feliz?
¿Has encontrado tu verdadera vocación?
¿Eres honesto contigo mismo?
Por muy sencillas que parezcan las preguntas, no siempre son fáciles de responder.

 

Mantén tus dudas bajo control

 

Las dudas y la poca confianza en uno mismo son comunes en los proyectos creativos. Por supuesto, tú sabes que no puedes perder repentinamente tus habilidades. Sin embargo, si tu confianza en ti mismo es muy baja en ese momento, rápidamente cuestionarás tus habilidades y te compararás con los demás de maneras poco saludables. Este fenómeno se le conoce como el síndrome del impostor.

 

En su lugar, trata de concentrarte en las cosas positivas y utiliza la autocomparación para trabajar eficazmente en ti mismo y mejorar.

 

Evita la frustración

 

Durante tu carrera y en tu trabajo estarás expuesto a críticas y al posible rechazo de las cosas que realices. “No te lo tomes como algo personal” puede ser un consejo reconfortante, pero a menudo es muy difícil de seguir. Después de todo, no es raro que pongas todo tu corazón y alma en lo que estas realizando.

 

La solución es reconocer el valor positivo de la retroalimentación. Si otras personas te dan su opinión o incluso te desafían, tienes la oportunidad de mejorar tu trabajo. Con el tiempo, aprenderás a amar e incluso a alejarte de los comentarios.