Shakespeare, Cervantes, Joyce, Neruda, García Lorca, Cortázar, Allan Poe, Kubrick y Hitchcock, entre muchos más, son escritores que evocan narraciones universales que han marcado hitos a lo largo de la historia, y si bien todos ellos tenían en común la habilidad para comunicarse por medio de las letras, cada uno se inclinaba por un género específico a la hora de escribir. 

Si estás interesado en los estudios literarios o ya eres parte de la comunidad de futuros escritores centralistas, esta es una oportunidad para conocer un poco más acerca de algunas formas de escritura; cada una tiene sus peculiaridades, aunque muchas veces se combinan y se acomodan a las necesidades de expresión del narrador en su momento de creación.  

Dramaturgia. Los dramas teatrales que se crean a partir de parlamentos entre los personajes son propios de este género. Los escritores más reconocidos del género se caracterizan por su ingenio y maestría a la hora de recrear una personalidad muy bien definida y diferenciada a través de la herramienta más poderosa de la dramaturgia: los diálogos o monólogos, pues muchas obras maestras cuentan con un solo personaje que se habla a sí mismo, mientras su público lo atiende, o por medio de un espejo, lo cual ha sido desarrollado por muchos escritores en esta especialidad.

Narrativa. Las novelas y los cuentos son propios de este género literario. Algunas veces los cuentistas escriben novela y viceversa, aunque a cada escritor le va mejor un estilo u otro. Son historias que guardan un hilo narrativo conductor y una forma de relatar que tiene que ver con el ingenio y la creatividad del autor. 

Algunas veces, los cuentos son únicamente recreados a través de diálogos, a manera de dramaturgia, como el conocido cuento de Hemingway Los asesinos; otras lo hacen a través de las epístolas, es decir, cartas que se envían a un individuo y con una narrativa poética que merece ser parte de la literatura. Ejemplo de esto se encuentra en Carta a una señorita en París, de Julio Cortázar, o en las Cartas de Abelardo y Eloísa, escritas en el siglo XII.

La narrativa es un mundo literario y creativo muy amplio, donde el escritor puede desplegar sus habilidades como contador de historias, apelando a las diferentes maneras de jugar con el tiempo, los personajes, los universos, la vida y la muerte, entre otros elementos.

Poesía. Si bien toda creación literaria tiene una poética inmersa, el género de la poesía obedece también a unos lineamientos específicos y propios de su estilo. Se escribe en prosa o verso y, además de la belleza, estética y sensibilidad que lleva inherente, marca un ritmo que se mantiene desde el inicio hasta el final. 

Se dice que es un lenguaje universal, porque a pesar de ser escrito en el idioma materno de cada autor, conserva unos códigos propios del arte que puede decodificar el corazón de cualquier ser humano. Los autores con mayor maestría en este género tienen la particularidad de escoger las palabras precisas, jugar con las figuras literarias y darle a su creación poética una especie de musicalidad que, por lo general, se evidencia en la rima, la métrica o en el verso libre. 

Guion. Los guionistas de cine a veces pasan desapercibidos en el mundo de la literatura, pues es más común relacionar la escritura con la narrativa o la poesía. Sin embargo, el guionista crea personajes, atmósferas, utiliza las figuras literarias, los diálogos, las escenas, y recrea la belleza de los versos a través de la fotografía cinematográfica. 

En resumen, es un contador de historias que utiliza todas las herramientas de la literatura para crear su obra y comparte con la escritura literaria tradicional la estructura mítica, popular, la adaptación y el relato. De esa manera, si te interesa la escritura y también el cine, los estudios literarios pueden ser un puente para explorar el guion con mayor profundidad y llevarte a altos niveles en narración y escritura creativa.