¿Estudiar lo mismo que tus padres?, ¿quién lo dice?

Sabemos que, a la hora de elegir tu futuro profesional, la influencia familiar será un factor determinante y sí, seguramente, alguno de tus padres se sentirá orgulloso si eliges seguir su camino profesional, el mismo del abuelo. Pese a eso, según los especialistas, esta decisión es válida siempre y cuando no sea la única variable que la motive, es más, en orden jerárquico, este factor determinante debería ocupar el último lugar.

 

Si bien es cierto que en el mundo actual existe mayor libertad para los jóvenes y la brecha de confianza de los padres hacia los hijos, en cuanto a sus elecciones para su futuro bienestar es más amplia, aún hay muchas familias en las que los jóvenes han crecido con una idea fija de estudiar una carrera específica, porque en el legado familiar existe una tradición.

 

Se trata de una inclinación predeterminada para estudiar y ejercer cierta área del conocimiento. Es así como encontramos historias de bisnietos, nietos, padres e hijos que han sido médicos, odontólogos, abogados, ingenieros o músicos por mera lealtad a su árbol genealógico. Esto no está del todo mal, porque ciertas capacidades y aptitudes son innatas y algunas veces, heredadas.

 

Normalmente, encontramos personas que por “sangre” tienen potenciales característicos, facultades hacia áreas determinadas, como las matemáticas, la ciencia, el deporte o el arte. Sin embargo, cuando no es así, y estudias una carrera profesional basado únicamente en el impulso de hacer lo mismo que tus familiares tendrás ciertas dificultades, no solo para sacar la profesión adelante,  sino para disfrutar, es decir, te negarás a ti mismo la posibilidad de realización personal y laboral, por hacer algo que no te gusta, durante el resto de tu vida.

 

Para no caer en ello, debes tomar conciencia de que elegir una profesión no puede ser tomado a la ligera, pues se trata no solo de tu futuro inmediato, sino de toda tu vida. Saber que tener un destino profesional prometedor no se trata de satisfacer los deseos o las expectativas de tu familia por una lealtad, sino de armar tu propio camino, desde tu verdadera vocación, es lo más importante.

 

“Hay que considerar que hoy en día, las formas de educación son distintas. Han salido nuevas carreras profesionales y los currículos académicos y el mercado profesional ya no es el mismo del que era hace treinta o cuarenta años. Así que, si eres un médico y quieres continuar por la línea de la medicina, pero desde tu sentir, tus habilidades e interés está bien, de lo contrario tendrás que llegar a un acuerdo contigo mismo y luego con tus padres para que entiendan lo que tú quieres hacer”, dice la psicóloga Ximena Bonilla.

La decisión certera

Pero si ahora te surgen algunos interrogantes, pues siempre pensaste que serías ingeniero, maestro o guitarrista como tu padre, tu madre y el abuelo, y ya no estás muy seguro, ¿cómo puedes tomar la decisión más certera, una que vaya acorde con lo que en realidad quieres, y explotar todo tu potencial para ponerlo al servicio de la sociedad?

 

En este sentido, los especialistas afirman que cuando alguien desarrolla sus habilidades innatas y se guía por su pasión, es decir, ese algo que desde niño te causaba curiosidad y para lo cual tenías talento, porque sin mucho esfuerzo, cuando lo practicabas, te salía bien, vas bien encaminado. Ese será el primer paso para saber hacia dónde dirigirte.

 

La mayoría de personas que ejercen su vocación, no solo son felices en la academia, y más adelante, en el mercado laboral, ejecutando su profesión, sino que su éxito es casi asegurado y, por lo tanto, tendrán buenos ingresos económicos.

 

“Generalmente, a través del desarrollo del ser humano, se empieza a evidenciar el talento y los intereses de una persona, desde la infancia, por ejemplo, hay quienes tienen una habilidad numérica sobresaliente, así como hay personas que se destacan por su capacidad artística. Si los padres apoyan a sus hijos desde edades tempranas, lo más seguro es que desarrollen su vocación, y en el futuro se inclinen por alguna área del conocimiento que tiene que ver con esas capacidades innatas. En estos casos, lo más seguro es que sean exitosos con ello”, asegura la psicóloga.

 

Por otro lado, los psicólogos especializados en el área educativa pueden ayudarte con una guía de orientación vocacional. Se trata de pruebas específicas, llamadas baterías, para determinar tus aptitudes, actitudes e intereses. Estas pueden determinar tu perfil y definir en qué áreas te puedes destacar más, si es que, en el momento de decidirte por una carrera profesional, no lo tienes muy claro.