Existen algunas diferencias entre la educación técnica, tecnológica y profesional universitaria, no solo en costos y duración, sino en el nivel de profundización y la ejecución de saberes en cada campo.

De acuerdo con el Ministerio de Educación Nacional, la educación superior colombiana abarca la técnica, la ciencia y la tecnología, las humanidades, el arte y la filosofía en dos niveles, pregrado y posgrado. A su vez, el pregrado ofrece tres niveles de formación, técnica profesional, tecnológica y profesional universitaria, y el posgrado, especialización, maestría y doctorado. Para la oferta de estos programas, el país cuenta instituciones de educación superior que se clasifican en cuatro grupos: instituciones técnicas profesionales, institutos tecnológicos, instituciones universitarias y universidades. “Pueden acceder a los programas formales de pregrado, quienes acrediten el título de bachiller y el Examen de Estado, que es la prueba oficial obligatoria que presentan quienes egresan de la educación media y aspiran a continuar estudios de educación superior”.

Pero para saber cuál es la más apropiada tenemos que profundizar en sus similitudes y diferencias, veámos cuáles son.

Técnico profesional

Un técnico profesional, por su formación, está capacitado para desempeñarse en ocupaciones de carácter operativo e instrumental, es decir, desarrolla competencias relacionadas con la aplicación de sus conocimientos en un conjunto de actividades laborales, realizadas en diferentes contextos y con un alto grado de especificidad y menor grado de complejidad. En este sentido, el profesional respectivo siempre deberá revisar su trabajo y por consiguiente, controlar las labores complejas. Las tareas del técnico, casi siempre, tienen que ver con operaciones normalizadas y estandarizadas, por lo que habitualmente requiere de la colaboración de otros, a través de su participación en un equipo de trabajo dirigido. Su labores autónomas se dan solamente en trabajos de alta especialidad. Aquí la teoría se aborda más como fundamentación del objeto técnico llevado a la práctica, pues su formación se centra en la realización de acciones para la producción de bienes y servicios.

Toda la formación de los técnicos profesionales corresponde a prácticas en la operación, asistencia, recolección, supervisión e información para el aseguramiento de la calidad, control de los tiempos, los métodos y los movimientos que encuentran sustento en la teoría en cuanto a sus formas, momentos y velocidades de cambio.

Tecnólogo

En cuanto a los tecnólogos, ellos desarrollan competencias relacionadas con la aplicación y práctica de conocimientos en un conjunto de actividades laborales más complejas y no tan rutinarias. La teoría cobra sentido cuando se trata de conceptualizar el objeto tecnológico que les permite visualizar e intervenir en procesos de diseño y mejora.

Los tecnológos tienen mayor capacidad de decisión y de evaluación, así como tareas en las que intervienen la creatividad e innovación. Y aunque a veces, cuenta con un considerable nivel de autonomía, muchas veces, necesita el control y la orientación de otros.

Toda su formación está enfocada hacia la gestión de recolección, procesamiento, evaluación y calificación de información para planear, programar y controlar procesos que encuentran en la teoría. Además de razones y fundamentos para la innovación y la creatividad. Cabe resaltar que muchas de las carreras tecnológicas abren la posibilidad a sus estudiantes para continuar con su formación, de modo que pueden acceder a la educación universitaria y obtener un título profesional en la misma línea.

Profesional universitario

Los profesionales, por su parte, son la suma de conocimientos técnicos y tecnólogos, además de tener la capacidad de dar conceptos con mayor precisión sobre un problema y, a su vez, proponer soluciones. Su estudio dura cinco años o más, para obtener un título o grado en una universidad acreditada para tal fin. Este es un ciclo de la enseñanza universitaria oficial y tiene como finalidad la formación general del estudiante en una o varias disciplinas, orientadas a la preparación para el ejercicio de sus actividades en el área y de carácter profesional. La superación de estas enseñanzas le da derecho al estudiante a obtener el título universitario oficial de graduación, que por lo general, es reconocido y tiene relevancia en la sociedad y en el mercado laboral nacional, así como de continuar con los estudios de posgrado, como especialización, maestría o doctorado.

Como ves, las diferencias son muchas. En ese orden de ideas no podemos aseverar que una es mejor que la otra, sino que eso depende de las ambiciones, intereses y expectativas de cada quien. Eso sí, en el censo más reciente del Dane se evidenció que las empresas hoy en día, demandan más los servicios de técnicos y tecnólogos que de profesionales. “Durante el periodo del tercer trimestre de 2017, en el censo más reciente del Dane, se vio que, 1.679 técnicos y tecnólogos se inscribieron para ocupar 568 vacantes para estos niveles, mientras que, para el nivel profesional se presentaron 1.113 desempleados para 460 vacantes”. En este caso, la diferencia no es significativa, teniendo en cuenta que los tecnólogos y técnicos trabajan en equipos, donde los profesionales también hacen parte. Así que, si tu idea es estudiar una carrera universitaria profesional, técnica o tecnóloga deberás saber que, en el mercado laboral, siempre habrá campo para uno más.