08 Jun Habilidades duras y habilidades blandas, cuestión de saberes
¿Sabes qué significan las habilidades duras y las habilidades blandas y cómo pueden ayudarte en tu futuro profesional? Pues bien, se trata de ciertas competencias, algunas innatas y otras que se alcanzan mediante formación, las cuales se deben desarrollar para estar más preparado y ser más competitivo en un mercado que cada vez exige mayores valores agregados en el talento humano.
Las habilidades blandas tienen que ver con cierto talento que tiene una persona para la comunicación, el liderazgo, la empatía, la capacidad de mantener buenas relaciones y de resolver crisis de manera serena y asertiva, entre otras capacidades acordes con la inteligencia emocional.
Las habilidades duras, por su parte, hacen referencia a la técnica y a adquirir ciertos conocimientos vitales para avanzar en cualquier área, como dominar una segunda y hasta una tercera lengua, así como el manejo de la tecnología y su actualización permanente, entre muchas otras.
La mejor combinación
A estas alturas, seguramente te estarás preguntando cuáles son más importantes: ¿Las habilidades blandas o las duras? Los expertos dicen que ninguna es esencial frente a la otra, pues lo ideal es gozar de una capacidad que disponga de ambas habilidades, según el campo en el que te desenvuelvas. Eso sí, hay habilidades duras y blandas que se deben desarrollar de manera general, si quieres estar más preparado para enfrentarte a un mercado laboral exigente y competitivo.
Según la psicóloga Ximena Bonilla Ruiz “es indispensable que el personal de una organización esté capacitado continuamente en cuanto al manejo de la tecnología que cambia de forma permanente y además cuente con la oportunidad de acceder a aprendizajes puntuales de las labores que tienen a cargo. Y si los profesionales ya cuentan con una de las habilidades duras más importantes de hoy, como el dominio de una segunda lengua, mucho mejor. Las habilidades blandas por su parte, se desarrollan de manera permanente y en las compañías se requiere de profesionales que ya las tengan, antes de ingresar a la empresa, pues permiten tener un ambiente laboral más favorable, al tener un sentido de pertenencia, una motivación constante por desarrollar al máximo su labor, una mejor relación con sus compañeros de equipo y sus superiores, entre otras”.
La demanda del futuro
Hace algún tiempo, las empresas evaluaban el conocimiento específico de un área determinada que cierto postulante tenía para quedarse con el cargo al que aspiraba. No obstante, esto ha cambiado y seguiría cambiando. Se cree que, en el futuro, no solo se tratará de dominios y el arte del saber hacer, típico de las habilidades duras en las que predomina el conocimiento académico curricular, sino que ya se está viendo la importancia de la capacidad de interrelacionarse de forma exitosa, de mantener una buena disposición hacia las labores y ante la empresa, así como la disponer de una personalidad cualificada en valores.
Tampoco se trata de que para un área de conocimiento se necesiten más habilidades duras que blandas o viceversa, sino que ambas van de la mano.
“Se tiende a creer que para las ciencias o las matemáticas es necesario tener mayor conocimiento en ciertos dominios específicos, es decir habilidades duras, y en parte, es así. Pero, por poner un ejemplo, tu puedes ser un excelente Ingeniero de Sistemas, con lenguajes informáticos que manejas muy bien, una gran destreza de tus conocimientos, pero si tu habilidad de comunicación es nula y en alguna oportunidad requieres del apoyo de tu equipo de trabajo o necesitas una explicación por parte de tus superiores y no sabes cómo hacerlo, vas a tener una falencia en una habilidad blanda y esto te puede acarrear problemas” explica la psicóloga Ximena Bonilla Ruiz.
Pensando en el presente y en el futuro inmediato, en el mercado laboral, dentro de las compañías se considera importante apoyarse en las ARL y las cajas de compensación para realizar diferentes capacitaciones y actividades de aprendizaje, con el fin de que las personas puedan fortalecer sus habilidades blandas, como la comunicación asertiva, el liderazgo, la capacidad de escucha, el trabajo en equipo y de ese modo, desempeñarse mucho mejor, dentro de su cargo laboral.
“Así mismo, existe la tendencia a realizar una evaluación a los aspirantes a un cargo, por parte del Departamento de Recursos Humanos, para saber cuáles habilidades blandas tienen más sobresalientes para reforzarlas y en cuáles tienen falencias para remediarlas”, puntualiza la psicóloga.