¿Qué hacer y qué no al enviar a tus hijos a la universidad?

Ir a la universidad puede ser uno de los grandes momentos de la vida joven de tu hijo; en la que descubren quiénes son y qué quieren hacer con ella. Si bien ingresar a una Institución de Educación Superior es excelente, es posible que no lo sea para todos. Por ello, es fundamental que los padres los acompañen en esa nueva etapa. 

 

Sin embargo, dar un paso en falso hará que sus estudios sean una experiencia que no disfruten. De ahí, que hay una serie de cosas que los papas pueden realizar, veamos:

No permita que tu hijo quede enterrado en deudas

Este consejo debería ser una obviedad en este momento. No vale la pena endeudarse profundamente por ningún título universitario. Hay muchas maneras de pagar la educación sin préstamos estudiantiles. Como padre, es una gran idea alentar a tu hijo a asistir a una universidad pública para que sea más asequible. Asimismo, hazle saber que un buen trabajo a la antigua es una buena solución. ¡No es pecado que el o ella trabaje!

 

Anima a tus hijos a tomarse un año sabático si es necesario

No todas las personas están listas para ingresar a la universidad tan pronto se gradúan. Es fundamental que ustedes como padres sean conscientes de este hecho y animen a sus hijos a tomarse un año sabático si es necesario. Un tiempo libre es una excelente manera para que algunos estudiantes despejen su mente y decidan qué quieren realizar con su vida. Con el descanso, tal vez, resuelvan qué institución es la más adecuada para ellos y pondrán sus cosas en orden, para seguir el camino correcto.

 

Investiguen universidades juntos

Las familias deben comenzar juntas la búsqueda de universidades. Hacerlo con anticipación puede ayudar mucho, porque permite dividir el proceso de admisión en varios pasos, lo que parecerá menos trabajo. Si está comenzando las conversaciones en su penúltimo año de la secundaria y comienza a visitar instituciones, un cronograma largo y bien planificado reduce el estrés de todos en la investigación y evita que tengan que tomar decisiones apresuradas basadas en acciones de último momento.

 

Deja que tu hijo dirija

Si bien el contacto de los padres con las universidades es normal y esperado, no deben hacerse cargo. No intente excederse en términos de ser el vocero de tu hijo o hija en el proceso de admisión. Es bueno que los propios estudiantes se acerquen a realizar las preguntas. Puede alentarlos a que deberían hacerlo, pero siempre tiende a ser mejor, si ellos lo hacen por su cuenta.

 

Establecer la autonomía temprano

Los adolescentes a menudo necesitan ayuda para navegar en el mundo de los adultos, pero mimar a los jóvenes puede ser contraproducente cuando llegan a la universidad y de repente se ven envueltos en una vida que no está del todo planeada para ellos. Las familias deben trabajar para establecer autonomía en la secundaria, para que la experiencia universitaria sea menos estructurada y no los sorprenda a su llegada al campus.

 

Hablar de seguridad

En la universidad, los adolescentes comienzan su vida adulta por primera vez con todas las responsabilidades extendidas y la libertad que conlleva la independencia. Los padres deben hablar con los jóvenes sobre los peligros que pueden presentarse durante su estadía en la institución, como es participar en actividades sexuales dañinas, el consumo de drogas y el alcohol. No se limite a sermonear. Explíquele lo que debe realizar si él o ella o un amigo terminan en una situación comprometedora.