21 Ene Vida saludable para estar activo intelectualmente
Cuando estás en la universidad, pasas la mayor parte de tu tiempo entre libros, aulas de clase, videoconferencias, grupos de estudio, etc. Es por eso que tu cerebro necesita de ciertas rutinas que lo haga funcionar al ciento por ciento, con el fin de que sea tu aliado en tu proceso académico. Así que presta atención cómo puedes aumentar tu rendimiento intelectual, a través un buen condicionamiento físico.
Relajación:
Hoy en día es muy común escuchar acerca del auge de prácticas que ayuda a relajar la mente, como el yoga, la meditación o técnicas de respiración, entre otras. Lo cierto es que, si te motiva realizar este tipo de actividades, estas te pueden ayudar sobremanera a mantenerte en calma, aún en situaciones en que el estrés se desborde. Sin embargo, si este tipo de actividades no son lo tuyo, puedes relajarte de otra manera. Cuando hablamos de relajación, en este caso, nos referimos a que cambies de actividad por completo y disfrutes de un momento específico, ya sea compartiendo con tus amigos o familia, sacando a pasear a tu perro, dando un paseo al aire libre y respirando el aire puro. La idea es que busques media hora del día para hacer este tipo de actividades que te aparten de lo cotidiano y te conectes con algo diferente.
Ejercicio:
El ejercicio no solo oxigena los pulmones y mantiene sano el corazón, además es un gran aliado de la salud del cerebro. La actividad física mejora el rendimiento intelectual, genera la formación de nuevas neuronas que pueden reparar lesiones cerebrales, y asimismo es un antídoto contra la depresión y el estrés. Al moverse, nuestro cuerpo libera catecolaminas, es decir, adrenalina, norepinefrona, dopamina, además de ácido láctico, lo cual aumenta la respuesta cognitiva del cerebro en situaciones de estrés muscular.
Ponerte nuevos retos:
El cerebro después de acostumbrarse a ciertos hábitos intelectuales se aburre e incluso se vuelve perezoso. Por esa razón, ponerle desafíos constantes lo hace estar activo y alerta para estar en funcionamiento de modo permanente. Esto se hace a través de aprender nuevas cosas, como dominar otros idiomas, resolver acertijos, armar rompecabezas, lanzarte a escribir con la mano no dominante. Todos estos ejercicios estimulan el aprendizaje continuo del cerebro, por lo que será más audaz, capaz y activo.
Mantener una buena alimentación:
Si tienes una dieta muy baja en calorías, puedes estar debilitado a lo largo del día y con muy baja energía. Esto podría causarte problemas de concentración e incluso, baja motivación para estar alerta durante el día. Si, por el contrario, consumes muchos alimentos procesados, como azúcar, gaseosas o comida chatarra, estos pueden producirte subidones de energía, pero al poco rato te sentirás pesado y sin muchas ganas de hacer algo. Por esa razón, lo ideal es que además de que mantengas un peso adecuado, procures llevar hábitos saludables en tu alimentación, a través del consumo de alimentos naturales, frutas, verduras, legumbres, granos, proteínas y cereales que combines durante el día. La buena alimentación es una gran aliada a la hora de estudiar y rendir de manera adecuada.
Sueño saludable:
Cuando el cerebro descansa puede repararse de manera adecuada y el cuerpo libera hormonas de forma equilibrada. Esto genera que la memoria funcione a la perfección, además de que la imaginación se haga más potente y el cerebro sea más creativo pueda fortalecer las conexiones neuronales.